Los acuarios de agua salada recrean hábitats marinos y requieren una atención meticulosa debido a la regulación de múltiples parámetros. A pesar de esto, son populares por la posibilidad de albergar peces de colores vibrantes, como el pez mandarín (Synchiropus splendidus). Este pez en particular es ampliamente buscado por sus espectaculares tonalidades, que algunos expertos consideran las más atractivas del mundo. Con el fin de conocer más acerca de sus rasgos distintivos y su comportamiento, te invitamos a leer el siguiente artículo de peces.com.mx.
Características del pez mandarín:
- Los peces mandarines pertenecen a la familia Callionymidae, conocida como dragoncitos. La especie Synchiropus splendidus, a menudo llamada pez mandarín, exhibe colores brillantes que recuerdan los trajes utilizados por los mandarines del antiguo Imperio Chino. A pesar de su similitud con los gobios, son de grupos distintos.
- Estos peces son pequeños, con una longitud de entre 6 y 7 centímetros. A pesar de su tamaño, son llamativos debido a sus vivos y psicodélicos remolinos de colores que incluyen tonalidades de verde, rojo, azul rey y amarillo, presentes en todo su cuerpo, incluidas las aletas.
- Los ojos del pez mandarín son prominentes y sobresalientes, complementados por una boca igualmente prominente. Además, su aleta dorsal cuenta con una espina larga llamada espina preopercular.
Hábitat del pez mandarín:
- Esta especie marina se encuentra en el Pacífico oeste y el sudeste asiático, habitando áreas que van desde las Filipinas, Micronesia e Indonesia hasta Nueva Caledonia, China, Japón y Australia. A pesar de su origen, ahora se comercializa globalmente para acuarios de agua salada.
- Suelen habitar la franja tropical, por lo que requieren temperaturas cálidas que oscilen alrededor de los 25 o 26 °C.
- Se mantienen a profundidades que van desde la superficie hasta los 18 metros, prefiriendo aguas poco profundas.
- Utilizan los arrecifes de coral tropicales como refugio, particularmente aquellos de género Porites y sus ramificaciones. Estos peces bentónicos se asocian con el fondo marino, utilizando sustratos arenosos o rocosos para desplazarse, además de hacer uso de sus aletas pélvicas grandes y robustas.
Alimentación del pez mandarín:
- En su hábitat natural, se alimenta de organismos bentónicos, como crustáceos pequeños y otros invertebrados.
- En entornos de cautiverio, su dieta suele consistir en artemias, aunque es importante considerar que requieren grandes cantidades de alimento vivo, lo que puede hacer su alimentación y mantenimiento algo complicados.
- Estos peces son generalmente tímidos y suelen salir de su escondite al atardecer para buscar su alimento y, en ocasiones, para reproducirse.
Reproducción del pez mandarín:
- Los peces mandarín tienen un ciclo reproductivo durante todo el año.
- Se observa un dimorfismo sexual, donde los machos presentan una aleta dorsal y una espina preopercular más anchas en comparación con las hembras, además de ser físicamente más grandes.
- En su medio ambiente natural, tienden a formar grupos con un macho y varias hembras.
- Durante el período de apareamiento, los machos y las hembras se congregan durante la noche en un ritual de cortejo nadando muy cerca el uno del otro y ascendiendo hacia la superficie, lo que estimula la liberación de los gametos.
- La fecundación es externa, lo que implica que tanto los machos como las hembras liberan sus huevos al agua para su fertilización. Las hembras sueltan sus gametos solo una vez al día y una vez a la semana, lo que da lugar a una fuerte competencia entre los machos debido a la limitada disponibilidad de hembras.
- La puesta resulta en alrededor de 200 huevos, que son planctónicos y flotan en la columna de agua. Los padres nadan hacia la superficie para depositar los huevos, lo que facilita que queden suspendidos en el plancton.
- Los alevines emergen de los huevos y después de aproximadamente 8 o 9 días de eclosión, descienden hacia la superficie y se establecen en los corales. Permanecen restringidos en una zona específica durante aproximadamente un mes hasta que es seguro aventurarse fuera de ella.
- Los juveniles alcanzan la madurez sexual alrededor de los 14 meses de edad o cuando alcanzan los 3 centímetros de longitud.
Amenazas y conservación del pez mandarín:
El pez mandarín se encuentra clasificado en la Lista Roja de Especies Amenazadas como de preocupación menor, lo que indica que no se considera en peligro de extinción gracias a su amplia distribución.
A pesar de esto, sus poblaciones están siendo objeto de explotación para el comercio de acuarios. Este fenómeno se inició en la década de 1980 con ejemplares provenientes de Filipinas e Indonesia. Aunque su explotación no ha llegado a niveles que pongan en peligro su supervivencia, se subraya la importancia de monitorear cuidadosamente esta tendencia debido al creciente aumento en la demanda de este pez para la acuariofilia.
Curiosidades del pez mandarín:
- En situaciones de amenaza, estos peces son capaces de segregar un moco con un olor desagradable.
- Cada individuo posee un patrón corporal único.
- Son criaturas de carácter apacible y pasivo.
- Tienen una longevidad notable, pudiendo vivir hasta 15 años.
- Son uno de los dos tipos de peces que exhiben una coloración azul debido a pigmentos, ya que en la mayoría de los peces este color es más bien estructural.
- Debido a su tamaño pequeño, sus hábitos bentónicos y su naturaleza tímida, son difíciles de avistar.
Ahora que conoces mejor al pez mandarín, te invitamos a explorar estas listas en las que esta especie tan peculiar es destacada: «Peces que no debes comprar» y «¿Por qué los peces cambian de color?«.